Miles de quejas.
Una pequeña actualización planificada de Windows 10 trajo más problemas que mejoras. Al instalar la actualización, los usuarios arriesgan los datos en sus dispositivos, ya que el sistema, como resultó, puede eliminar todos los archivos en la computadora sin el conocimiento del propietario.
Lanzada el 11 de febrero, se suponía que la nueva versión de Windows 10, KB4532693, era una actualización menor que incluía el lote habitual de mejoras de seguridad y correcciones de errores. Pero poco después de conectarse, una tras otra, comenzaron a aparecer quejas sobre el sistema operativo actualizado. Los usuarios se quejaron de que después de instalar la actualización, el sistema volvió a su apariencia “predeterminada” original. Todos los iconos del escritorio y la configuración del menú Inicio han desaparecido.
Pero, como resultó, este no es el único problema con la actualización de febrero. Entonces, en algunos casos, durante la instalación de la actualización, el sistema instaló un perfil temporal. Algunos usuarios han logrado restaurar sus perfiles y archivos originales a través de un proceso de manipulación de archivos y edición de registro bastante complejo. Sin embargo, otros usuarios tuvieron menos suerte. Nunca lograron restaurar el sistema y todos sus datos fueron eliminados permanentemente.
Microsoft ha retirado la actualización e instó a los usuarios a eliminar la actualización ellos mismos del menú Actualización y seguridad.
Fuente: Slash Gear
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