Las redes publicitarias tienen dos activos importantes sin los que no pueden vivir: su estrategia de marketing y la fiabilidad de su marca. Pero todos estos se ven amenazados por el auge de las redes de publicidad maliciosa, grupos que difunden anuncios maliciosos.
A menudo, las redes de publicidad legítimas pierden su reputación ante los publicistas maliciosos, que ahora han aprendido a usar plataformas de licitación en tiempo real para colocar anuncios maliciosos incluso en sitios legítimos e inofensivos para afectar a un tipo específico de usuarios o víctimas. Después de eso, desaparecen rápidamente como burbujas incluso antes de que se noten sus rastros y se descubra el compromiso.
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Las redes de publicidad maliciosa, una vez que colocan sus anuncios en sitios de buena reputación, pueden utilizar las herramientas empleadas por las redes de publicidad para dirigirse a los usuarios o víctimas específicos que desean atacar. El ataque se puede personalizar en función de varios factores como los sistemas operativos utilizados, el navegador a través del cual el usuario navega por la web, la ubicación del usuario y la dirección IP.
Los atacantes, o malvertisers en este caso, también han utilizado una técnica diferente para evitar ser detectados. Normalmente, cualquier actividad maliciosa en Internet dirigida a un gran número de usuarios, se detendrá de inmediato cuando se detecte. Pero los malvertisers ahora están comenzando a reducir sus objetivos en función de los factores mencionados anteriormente, por lo que sería difícil para cualquiera detectar el ataque.
Esto no solo afecta la privacidad y la seguridad de los usuarios finales y las empresas, sino que, sobre todo, perjudica la reputación de las redes publicitarias y las marcas que intentan promover. Esto sucede cuando se difunde la idea errónea de que están publicando anuncios maliciosos, cuando es el malvertiser el responsable.
Además, estas campañas de publicidad maliciosa no aparecen en una lista negra de anuncios maliciosos porque aparecen en sitios web legítimos, por lo que sus operaciones continúan. Algunas campañas de publicidad maliciosa incluso utilizan exploits basados en Flash para insertar código rápidamente en un dispositivo.
En este momento, el único medio práctico para detener estos anuncios maliciosos es bloquear su acceso a herramientas de publicidad legítimas disponibles en el mercado. Tanto las redes publicitarias como las empresas pueden implementar un proceso de selección para verificar al comprador de un anuncio.
El objetivo es confirmar la identidad de una organización que quiere comprar anuncios y conocer todo sobre ellos. Esto es así porque siempre redunda en el mejor interés de las redes publicitarias y las empresas que los anuncios maliciosos sean desterrados, ya que la industria editorial depende en gran medida de los anuncios.
