Desde la insurrección y el intento de sedición de los partidarios de Trump que irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos la semana pasada, varias, si no todas las principales redes sociales han estado haciendo, irónicamente, el equivalente a una limpieza profunda de sus servicios de mensajería. En el caso de Telegram, la aplicación de mensajería recientemente comenzó a seleccionar canales que cree que incitan al odio y la violencia.
Telegram ya ha confirmado que, desde el incidente, ha eliminado los canales que considera que incitan a la violencia por docenas, y aún continúan. La compañía también confirmó que se dice que varios de los canales eliminados han promovido la ideología de la supremacía blanca, la iconografía nazi y otras formas de extremismo de extrema derecha.
Si bien no defendemos la ideología extremista o racista, cabe señalar que una parte de las cuentas de extrema derecha que han sido prohibidas por Telegram no se centraron en la política estadounidense, ni se centraron en las conspiraciones Pro-Trump ni QAnon.
Desde el ataque al Capitolio de EE. UU., Telegram y las aplicaciones de mensajería alternativas a WhatsApp, como Parler y Signal, han experimentado un aumento exponencial en la cantidad de usuarios. Esta misma semana, el primero vio crecer su base de usuarios en 25 millones de nuevos usuarios; esto también puede contribuir al cambio en la política de intercambio de datos de WhatsApp, que establecía que compartiría toda la información directamente con su empresa matriz, Facebook.
(Fuente: TechCrunch)
Axl Tan contribuyó a este artículo.
