Hace menos de un mes, Sony recibió una patente que detalla la compatibilidad con versiones anteriores, probablemente en preparación para el rumoreado lanzamiento de PlayStation 5 (PS5) en 2020. Ahora, parece que a la compañía se le ha otorgado otra patente de esa naturaleza.
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Si bien la patente anterior describe la capacidad de la CPU de la nueva consola para imitar las CPU heredadas, esta nueva se centra principalmente en la interferencia del bus y las diferencias en el funcionamiento. En otras palabras, la forma en que los componentes internos heredados se comunican entre sí.
Aquellos que hayan intentado usar sus controladores DualShock 3 (DS3) y DualShock 4 (DS4) en la PC sabrán que ambos deben configurarse de manera bastante diferente. Esta nueva patente esencialmente hace que, al ejecutar juegos de PS4 (como ejemplo), la PS5 pueda hacer que el juego piense que se está jugando con un DS4 cuando el jugador en realidad está usando un DS5.
Con estas dos patentes, uno pensaría que la compatibilidad con versiones anteriores de la consola de próxima generación de Sony es inevitable. Dicho esto, es importante recordar que las patentes no se traducen necesariamente en productos de consumo. Además, si la compañía realmente va a anunciar la PS5 el próximo año como se rumorea, entonces es cuestión de tiempo antes de que lo sepamos con certeza.
(Fuente: Plataforma japonesa de información sobre patentes a través de GearNuke)
