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¿Son las tecnologías sanitarias más perjudiciales que beneficiosas?

El poder de la tecnología es ilimitado. Hoy en día, podríamos hacer todo en línea, desde comprar alimentos hasta asistir a clases y pagar nuestras facturas. Tenemos el privilegio de vivir en una época en la que la robótica y la inteligencia artificial pueden ayudarnos a construir conexiones y hacernos la vida más fácil.

Algunos de estos avances tienen un impacto increíble en la medicina y el cuidado de la salud. La telemedicina y la tecnología de datos, por ejemplo, han aumentado la calidad, la seguridad y la accesibilidad de la atención médica mundial. Si bien estas herramientas han sido un poderoso impulsor del progreso médico, las nuevas tecnologías, sin embargo, a menudo conllevan riesgos.

Registros de salud electrónicos

Un registro de salud electrónico (EHR) es la versión digital del historial médico completo de un paciente. Indica datos demográficos, medicamentos, alergias, diagnósticos, notas de progreso y otros datos clínicos administrativos esenciales para la atención de esa persona.

A diferencia de las cartas de papel que pueden dañarse, perderse o destruirse fácilmente, las HCE se pueden respaldar y recuperar fácilmente en cualquier momento. Los HCE son fáciles de leer y actualizar, lo que reduce los riesgos de errores humanos. Los médicos y los pacientes pueden acceder fácilmente a ellos desde cualquier lugar siempre que estén conectados a Internet.

Los sistemas EHR facilitan la recopilación, el procesamiento y el análisis de datos clínicos. La información se almacena en línea a través de un sistema basado en la nube donde los médicos pueden acceder fácilmente e intercambiar notas sobre el historial completo del paciente. Esto es particularmente útil si un paciente necesita ver a un especialista o cambiar de médico. Debido a que los datos están fácilmente disponibles, los médicos pueden personalizar los tratamientos que pueden ayudar a acelerar la recuperación del paciente.

Además, una buena gestión de los datos puede evitar errores fatales provocados por la falta de comunicación. Se pueden evitar errores como cirugías en el lugar incorrecto o prescripciones incorrectas si la información se proporciona de forma clara y rápida. De esta manera, se prioriza la seguridad del paciente y se mejora la eficiencia in situ.

Sin embargo, la tecnología de datos conlleva riesgos molestos. Los datos de atención médica son parte de la información más privada sobre los seres humanos, lo que los hace rentables para los estafadores de seguros y los ladrones de identidad.

En una HCE, el nombre, la dirección, la fecha de nacimiento y el número de seguro social de un paciente se colocan en una única ubicación, lo que hace que los datos sean más vulnerables a los ciberdelincuentes. Cuantos más dispositivos se conecten a una red, más expuesta estará la base de datos.

Desafortunadamente, la ciberseguridad rara vez es una prioridad en la mayoría de los hospitales. La falta de medidas defensivas puede causar importantes filtraciones en los datos de los pacientes, lo que puede generar problemas legales y empañar la imagen general del hospital.

Telemedicina

La telemedicina es la prestación de servicios de atención médica a través de tecnologías de telecomunicaciones que incluyen correo electrónico, mensajería, teléfono o video. Es particularmente útil en situaciones en las que el paciente no puede visitar un centro de atención médica en persona.

La distancia, los costos de viaje y la escasez de médicos pueden limitar el acceso de un paciente a la atención médica. Afortunadamente, la telemedicina puede superar estas barreras.

Los pacientes de áreas rurales y comunidades desfavorecidas simplemente tienen que programar una consulta en línea en lugar de hacer varios viajes al hospital. Al comunicarse con su médico en su teléfono inteligente o computadora, puede ahorrar dinero en gasolina, estacionamiento y transporte público. También puede evitar los atascos de tráfico que podrían retrasar su cita.

La telemedicina facilita que los pacientes discapacitados y / o ancianos reciban atención desde la privacidad de sus propios hogares. Ir al consultorio del médico significa estar expuesto a diferentes enfermedades. Esto puede ser peligroso para pacientes con enfermedades frágiles. La telemedicina elimina el riesgo de infecciones y mantiene a los pacientes seguros.

Si bien la telemedicina tiene sus puntos fuertes, también tiene sus propios inconvenientes.

La telemedicina puede ser costosa de configurar y mantener. Los hospitales y las clínicas deben tener el hardware, el software y la conexión a Internet sin problemas en el lugar para garantizar la eficiencia. También deben tener en cuenta el tiempo y los costos de capacitación para los médicos. Como tal, esta tecnología puede resultar demasiado costosa para las instalaciones sanitarias más pequeñas. Del mismo modo, los pacientes que no tengan acceso a dispositivos digitales y / o Wi-Fi no podrán aprovechar este servicio.

Al igual que los HCE, la telemedicina presenta riesgos de privacidad para los pacientes, los proveedores y las compañías de seguros. Los chats y los correos electrónicos no siempre son seguros. Las aplicaciones médicas y las plataformas de terceros suelen ser vulnerables a fraudes y piratas informáticos. Sin las medidas de seguridad adecuadas, el historial médico y la información personal de un paciente pueden caer fácilmente en las manos equivocadas.

¿Vale la pena correr riesgos con la tecnología?

En una industria sensible como la atención médica, es importante preguntarse si la introducción de más tecnología traerá más daño que bien.

Si bien los HCE y la telemedicina pueden traer problemas financieros y de seguridad, sus ventajas superan sus riesgos potenciales. Al mismo tiempo, conocer estos riesgos y prepararse para ellos es una responsabilidad importante de los proveedores médicos. Para aprovechar estas tecnologías emergentes en su máximo potencial, los médicos deben saber cómo usarlas de manera segura y adecuada.

Cuando se trata de ciberseguridad, la industria de la salud debe asociarse con empresas de tecnología para brindar la máxima protección de datos. La compra de herramientas de cifrado, la habilitación de la autenticación de dos factores y el cambio de contraseñas con regularidad pueden limitar su vulnerabilidad ante los ciberdelincuentes. Tener una estrategia de implementación de copia de seguridad de datos completa puede facilitar la recuperación en casos de averías o ataques maliciosos.

Además, los hospitales deben ampliar su alfabetización digital. Muchos médicos todavía piensan en las nuevas tecnologías como gastos innecesarios. Conocer los rendimientos positivos de la digitalización puede impulsar a más proveedores a invertir en las herramientas y el software adecuados.

Las innovaciones tecnológicas en el cuidado de la salud pueden hacer la vida más fácil tanto para el proveedor como para el paciente. Cuando se usan de manera responsable, pueden producir mejores resultados de salud y salvar tantas vidas como sea posible.

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