Noticias, Gadgets, Android, Móviles, Descargas de Aplicaciones

Satélite como transmisor para una red celular, esta tecnología ya está funcionando

La empresa estadounidense Lynk ha probado con éxito su satélite de comunicaciones, que desde una altitud de 500 km es reconocido por los teléfonos móviles como un BTS normal.

Los teléfonos móviles pueden comunicarse con satélites

Tal vez recuerdes cómo unos días antes del estreno del iPhone 13 se corrió el rumor de que Apple podría ofrecer comunicación vía satélite en sus smartphones. Esto no se confirmó en realidad, pero este resulta aún más interesante. Según ha informado ArsTechnica, la empresa estadounidense Lynk acaba de elogiar los resultados positivos de las pruebas de su pequeño satélite, que puede utilizarse con éxito como un BTS “móvil”. Un pequeño cubo (1 x 1 x 1 metro) voló al espacio hace tres meses durante la misión Transporter-2, durante la cual SpaceX puso en órbita varias docenas de naves espaciales diferentes. Hoy Lynk ya está tras las primeras pruebas, que resultaron muy positivas y se prepara para expandir su constelación.

Las pruebas fueron bastante impresionantes porque se llevaron a cabo en los Estados Unidos, Gran Bretaña y las Bahamas, donde varios cientos de teléfonos diferentes pudieron conectarse a un satélite que viajaba a una velocidad de 27.000 km / ha una altitud de 500 km. Además, los teléfonos inteligentes no tuvieron que modificarse de ninguna manera, el satélite Lynk se reconoce como un transmisor de red celular estático ordinario. Su ancho de banda es ciertamente bajo y solo permite enviar mensajes de texto en este momento, pero en realidad funciona. Esta es una gran ventaja en comparación con soluciones como Starlink o OneWeb, donde necesita un terminal dedicado y una antena grande.

Gran desafío tecnológico

Conectar un teléfono móvil al satélite no es nada fácil. Lynk tuvo que lidiar con muchos problemas, como la interferencia en las bandas de uso común. Sin embargo, el mayor desafío fue compensar el efecto Doppler, es decir, la diferencia en la frecuencia de onda que surge cuando los objetos se mueven entre sí. Este problema también se aplica a las redes celulares ordinarias, pero es mucho menos intenso, porque en la Tierra nos movemos a una velocidad máxima de 200-300 km / h (por ejemplo, en trenes de alta velocidad), y el satélite en órbita supera la velocidad de 27.000 km / h. Sin embargo, en última instancia, la solución creada por Lynk funcionó y abre el camino para la expansión de la constelación.

Un satélite significa que la señal solo está disponible durante unos minutos al día en determinadas latitudes. El próximo año, Lynk quiere tener 10 de ellos, e incluso 100 en 2023, lo que les permitiría estar dentro de su red cada 5 a 20 minutos. Se necesitan alrededor de 1.500 satélites para garantizar una cobertura continua en todo el mundo, que es un poco menos que la red Starlink actual. Hay muchos indicios de que esta visión se materializará, porque el acceso a la red desde cualquier teléfono móvil del mundo es una gran ventaja. En lugares donde no hay señal celular o donde ha habido un desastre natural, esta puede ser una solución que salve vidas. En el futuro, el aumento del ancho de banda también debería permitir algo más que SMS.

Lynk no solo está trabajando en dicha tecnología

Una solución similar también está probada por otra compañía, AST SpaceMobile, que envió su primer satélite, BlueWalker 1, a órbita en 2019. También lograron conectarse con éxito al teléfono en la Tierra utilizando el estándar 4G-LTE. En marzo de 2022, un prototipo más nuevo entrará en órbita: BlueWalker 3, con una antena mucho más grande y soporte para varias frecuencias del estándar 3GPP. Esta gran antena, sin embargo, genera dudas de la NASA y no se sabe si AST SpaceMobile obtendrá la aprobación de la FCC para lanzar su servicio en los EE. UU. Sin embargo, hay muchos indicios de que los teléfonos satelitales típicos pronto se convertirán en cosa del pasado y serán reemplazados por teléfonos inteligentes comunes.