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Samsung tiene una patente que está significativamente por delante de la competencia

Recientemente, los fabricantes de teléfonos han hecho todo lo posible para proponer un método de autenticación de usuarios mediante un sensor biométrico colocado directamente en la pantalla. No salió nada genial e incluso Apple dudó de renunciar a Touch ID a favor de Face ID en el iPhone X. Samsung, sin embargo, ya sabe cómo construir una pantalla que contendrá tal sensor.

Las tendencias actuales en el mercado de los teléfonos inteligentes prestan mucha atención a cómo deben verse los equipos buenos y agradables. Un estándar no escrito es colocar pantallas redondeadas en dispositivos, que además ocupan una gran parte del panel frontal del dispositivo. Gracias a esto, es posible no solo aumentar el tamaño de las pantallas en sí, sino también reducir teléfonos completos o al menos minimizar el impacto de las “pantallas en crecimiento” en las dimensiones de los auriculares. A los consumidores parece gustarles esta dirección de cambios, lo que obliga a los productores posteriores a adaptar las tendencias desarrolladas. Pero, ¿qué pasa con los sensores biométricos convenientes y conocidos? En tales realidades, ¿estamos condenados a dejarlos atrás?

Resulta que no. Samsung tiene su propia idea de ponerlo directamente en la pantalla

Si bien los botones de navegación no son un problema para los teléfonos con pantallas de “borde a borde”, el sensor biométrico es un compromiso. Este componente aterriza con mayor frecuencia en la parte posterior del dispositivo, a menos que el fabricante decida dejar una “pista pequeña” justo debajo de la pantalla. Apple no se comprometió en absoluto y ordenó despiadadamente a Touch ID que abandonara el iPhone X. Algunos clientes no estaban contentos con eso: se habían acostumbrado a la autenticación biométrica durante años y simplemente no podían imaginar el mundo sin señalar al lector.

Samsung, por otro lado, tiene una patente (no necesariamente un método de trabajo completo) para colocar sensores biométricos directamente en las pantallas de los teléfonos inteligentes basados ​​en incisiones microscópicas. En el interior hay todo lo que permite al sensor leer el “contenido” de la superficie del dedo. Además, un sensor de este tipo se caracteriza por una gran velocidad de reacción cuando se coloca un dedo sobre él. Si bien la patente en sí parece interesante, hay pocas esperanzas por ahora, al menos hasta que veamos que el equipo funciona con esta técnica.

Y aquí viene una especulación bastante interesante. Samsung pondría tal sensor en el próximo dispositivo de la serie Galaxy S, lo que significaría que el próximo buque insignia ya estará equipado con un sensor incrustado en la pantalla. Personalmente, creo que es muy poco probable, porque queda poco tiempo hasta el estreno del Samsung Galaxy S9 (aunque no sabemos nada al respecto). Por otro lado, Samsung está muy interesado en ponerse al día con Apple, por ejemplo en términos del iPhone X. Siempre que los efectos de esta patente aparecen en el mercado, una cosa es segura. Los fabricantes deben repensar el tema de los sensores biométricos en los teléfonos inteligentes para los próximos años. Las tendencias son inexorables.