Cuando compra una pieza de tecnología, especialmente tecnología que se puede conectar a Internet, es importante recordar que las empresas que fabrican la tecnología tienen cierto control sobre ella. Esto se demostró perfectamente después de que Samsung bloqueara televisores robados recientemente.
Después de que un centro de distribución en Sudáfrica fuera asaltado, que incluyó el robo de televisores Samsung, se reveló que los televisores eran inútiles porque Samsung logró desactivarlos de forma remota.
La función se llama TV Block y básicamente funciona así: cuando se roba un producto Samsung, el número de serie se registra con la empresa. Una vez que ese producto se conecta a Internet, los servidores de Samsung identifican automáticamente el producto y lo desactivan.
En un comunicado de Samsung, Mike Van Lier, director de electrónica de consumo de Samsung Sudáfrica, señala:
“De acuerdo con nuestros valores de aprovechar el poder de la tecnología para resolver los desafíos sociales, desarrollaremos y expandiremos continuamente productos estratégicos en nuestra división de electrónica de consumo con seguridad de grado de defensa, especialmente diseñada, con herramientas comerciales innovadoras e intuitivas diseñadas para un nuevo mundo.”
Como muchas cosas cuando se trata de tecnología, esto es algo grandioso en la superficie, pero también es un ejemplo perfecto de tecnología conectada que tiene salvedades que algunos usuarios pueden no entender completamente.
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