Hemos revisado una serie de interfaces de audio analógicas y MIDI diseñadas para usar con computadoras, pero Griffin StudioConnect es la primera que hemos visto para el iPad; puede interactuar con instrumentos MIDI y grabar desde fuentes analógicas. Si bien una tableta no sería nuestra primera opción instintiva para la producción y grabación de música, hay una cierta lógica en juego aquí. El iPad ha sido ampliamente adoptado por creativos de todo tipo y ya hay muchas aplicaciones disponibles para músicos, como el software GarageBand de Apple. También hay sitios web completos dedicados a aprovechar al máximo el iPad como dispositivo MIDI.
Si bien la mayoría de la gente usa USB para conectar sus dispositivos MIDI en estos días, Griffin ha adoptado un enfoque diferente con StudioConnect. En lugar de una entrada USB, tiene los puertos de entrada y salida MIDI DIN de 5 pines más antiguos. Estos pueden ser desconocidos para cualquiera que haya comenzado a usar superficies de control MIDI en los últimos años, pero la mayoría de los teclados MIDI, pads de batería y otros controladores todavía tienen puertos de entrada y salida MIDI de 5 pines, así como USB. Deberá comprar dos cables midi por separado y, dado que el MIDI, a diferencia del USB, no proporciona alimentación, sus superficies de control deberán alimentarse por separado.
Todo esto significaba que configurar nuestro teclado MIDI implicaba un poco más de esfuerzo que nuestro enfoque habitual de simplemente conectarlo al puerto USB más cercano. Sin embargo, una vez que reunimos todos los cables correctos, todo funcionó bastante bien. La base viene con su propia fuente de alimentación y tiene un conector de base Apple estándar para su iPad. iOS reconoció automáticamente el dock como un dispositivo de interfaz MIDI y pudimos usarlo inmediatamente con aplicaciones de audio compatibles con MIDI.
También deberá conectar la base a un conjunto de altavoces, ya que reemplaza al altavoz incorporado del iPad y no tiene un conjunto integrado propio. Hay un par de salidas fonográficas en la parte posterior, por lo que, con los cables convertidores adecuados, pudimos conectar la base a todo, desde la entrada analógica de nuestra radio hasta un par de monitores de estudio de calidad profesional.
La parte posterior de StudioConnect también tiene una entrada TRS mono de 1/4 de pulgada del tipo que se usa con las guitarras eléctricas. Nos complació descubrir que nuestras grabaciones sonaban muy bien, ya sea que utilizáramos un sonido de guitarra limpio o con efectos. También usamos el puerto para hacer grabaciones desde un micrófono, pero tuvimos que usar un cable de conversión con la entrada XLR de nuestro micrófono dinámico, ya que StudioConnect carece de una entrada XLR propia. Esto es algo así como un descuido, dado que los micrófonos XLR son una pieza común y popular del kit de estudio.
