Las primeras impresiones del W1200, el último proyector de cine en casa de BenQ, son buenas; es compacto, silencioso y elegante. El chasis de plástico blanco brillante y plateado es agradable a la vista y el proyector es lo suficientemente pequeño como para caber en un estante. Como la mayoría de los proyectores disponibles por alrededor de £ 1,000, es un modelo DLP, pero uno que admite resoluciones de 1080p y tiene múltiples entradas HDMI.
La bombilla del proyector tiene una potencia nominal de 1.800 lúmenes y es razonablemente brillante. En su configuración máxima, las imágenes eran claras en una habitación luminosa, pero apagar las luces y cerrar las cortinas sigue siendo la única forma de obtener la mejor imagen. Los botones del control remoto se iluminan cuando se presionan, lo que facilita la configuración de la pantalla en la oscuridad. Esto es útil, ya que hay muchas opciones para cambiar; además de tres modos de imagen preestablecidos y otros tres definidos por el usuario, la configuración de Color brillante aumenta la intensidad del color para producir imágenes más vívidas, aunque menos naturales.
De las tres opciones predeterminadas, Cinema produjo la mejor calidad de imagen; los colores se intensificaron y el contraste se incrementó para dibujar mejores sombras. La configuración dinámica, diseñada para aumentar el brillo para que la imagen proyectada sea clara incluso con las luces encendidas, fue menos impresionante. Creó un tono azul no deseado que hizo que las escenas de las películas parecieran poco naturales. La configuración estándar fue un compromiso decente entre los dos, pero para obtener mejores resultados, vale la pena ajustar la imagen manualmente para que se adapte a las preferencias personales. Los ajustes de brillo, contraste e intensidad del color están disponibles para ajustar, al igual que la nitidez y los tonos de piel.
