Tras las pruebas de caída de la semana pasada con el Galaxy Note 3, ahora le toca el turno al Sony Xperia Z1, que se mide a su manera con la dureza del pavimento de una acera. El teléfono inteligente de Sony sale como el ganador desde un punto de vista externo, manteniéndose fiel intacto incluso después de 3 saltos al espacio; internamente, sin embargo, hay algo que no cuadra, y eso lo hace inutilizable.
Un poco lo contrario al modelo de Samsung en resumen, que a pesar de tener el cristal de la pantalla roto, seguía teniendo una pantalla en funcionamiento. Qué es mejor en asistencia es imposible de decir sin conocer el alcance exacto y el tipo de daño, pero ciertamente ninguno puede salirse de las manos tan a la ligera, incluso si quizás, aunque roto, es preferible tener un teléfono inteligente aún funcionando.