La Comisión de Comunicaciones y Multimedia de Malasia (MCMC) está encuestando a los clientes de Malasia sobre si estarían de acuerdo o no con que las empresas de telecomunicaciones locales agreguen una cláusula de fuerza mayor. La encuesta es un seguimiento de la consulta pública del año pasado para mejorar el Código General de Prácticas del Consumidor para las Comunicaciones y Multimedia de Malasia (GCC) que se desarrolló de marzo a abril.
La encuesta pregunta a los usuarios de telecomunicaciones si aceptarían la implementación de cláusulas de fuerza mayor en la facturación y si en general preferirían el “consentimiento expreso” sobre el “consentimiento presunto”. El consentimiento expreso requiere que los usuarios den su consentimiento después de ser informados por primera vez, mientras que el consentimiento considerado asume que el usuario ya da su consentimiento para un servicio sin preguntar.
Las cláusulas de fuerza mayor son cláusulas contractuales que absuelven o alteran las responsabilidades del operador cuando un hecho o circunstancia extraordinaria fuera de su control le impide cumplir con dichas obligaciones. Estas circunstancias incluyen guerra, terrorismo, terremotos, huracanes, actos de gobierno, plagas o epidemias.
Cuando se ha utilizado el término epidemia o pandemia, eso cubrirá claramente COVID-19. Cuando miramos la versión actual del GCC, ya permite a las empresas de telecomunicaciones invocar la fuerza mayor al emitir facturas y servicios de reparación. De hecho, a principios de este año, la Asociación de Transportistas Expresos de Malasia (AMEC) invocó fuerza mayor cuando los servicios de mensajería se vieron afectados debido a grandes volúmenes durante la Orden de Control de Movimiento (MCO), según lo permitido por la Ley de Servicios Postales de 2012.
El GCC es un código industrial voluntario registrado en 2003 por la MCMC para servir como guía y punto de referencia para los proveedores de servicios en la provisión de servicios multimedia y de comunicaciones a los consumidores. Establece estándares de la industria, como la publicidad y la calidad del servicio al cliente, para garantizar que los consumidores estén protegidos de prácticas abusivas o engañosas y obtengan servicios de comunicación satisfactorios.
(Fuentes: MCMC, GCC, KKMM, Sinar Harian, Pinsent Masons)
