Elon Musk no deja de sorprendernos. El inventor estadounidense presentó al público la próxima versión de la neurointerfaz de Neuralink. El desarrollador n. ° 1 confía en que un dispositivo “inteligente” del tamaño de un centavo dotará a las personas de superpoderes y aliviará su sufrimiento.
Capacidades potenciales de la interfaz neuronal
Las posibilidades de la interfaz cerebro-computadora son infinitas y, al mismo tiempo, muy limitadas. Por un lado, el mediador entre el hombre y la máquina, que es la neurointerfaz, es capaz de crear nuevas conexiones neuronales y facilitar su restauración.
Esto permite que el dispositivo sea utilizado para la rehabilitación de personas discapacitadas, abriendo nuevas posibilidades en prótesis y otras áreas de la medicina. Las personas que hayan sufrido una lesión en la columna vertebral podrán moverse, y las que hayan perdido la vista o el oído debido a un daño cerebral recuperarán sus capacidades.
Los beneficios potenciales del dispositivo son infinitos. Esta es la capacidad de comunicarse con el poder del pensamiento y el acceso a grabar y reproducir recuerdos personales.
Por otro lado, las capacidades reales de las neurointerfaces existentes están severamente limitadas por las conexiones neuronales de cada persona.
El cerebro transmite billones de señales cada segundo, que son bastante difíciles de descifrar y transformar en un lenguaje “comprensible” para la conciencia. Esto es lo que impide la creación de un dispositivo universal “inteligente” que proporcionará una comunicación bidireccional entre una persona y la electrónica.
Historias de la vida real
Cabe señalar que la creación de una neurointerfaz fue de interés para los científicos mucho antes que Elon Musk. Hay muchos ejemplos de lanzamiento exitoso de intermediarios inteligentes tanto en el mundo del entretenimiento como en el de la salud. Pero cada dispositivo se desarrolló personalmente para una persona específica y solo proporcionó una transferencia de información unidireccional.
Entonces, el británico Neil Harbisson, gracias a la antena en su cabeza, pudo distinguir colores en la acromatopsia congénita. El dispositivo pudo transformar los sonidos ambientales en colores, lo que permitió a Neal ver el mundo en color. Hay otros casos conocidos de interacción entre el cerebro humano y la máquina.
En 2012, una mujer paralítica pudo transmitir señales a un robot, este es controlado desde la distancia solo por el poder del pensamiento. Hace dos años, un estadounidense que perdió la sensibilidad debajo del cuello no solo pudo estirar un brazo robótico, sino que también sintió un toque en él.
Etapa de desarrollo del proyecto y perspectivas
Por primera vez, Musk presentó su visión de la interfaz neuronal en 2017 en la presentación de la empresa Neuralink. Según el desarrollador líder, su compañía presentará al mundo una interfaz universal cerebro-computadora, que no solo expandirá las capacidades de todos, sino que también brindará una comunicación sin obstáculos entre las neuronas y el programa.
Al mismo tiempo, las ambiciones del inventor no se limitan a ayudar a los necesitados. Su principal objetivo es crear algo más grande, más inteligente y más capaz del cerebro humano, pero más seguro que la inteligencia artificial. Neuralink es un sistema que debe conectar biomecanismos con un programa, creando una ciberinteligencia segura para la humanidad.
A pesar de las afirmaciones de alto perfil de Musk, Neuralink ha estado en la etapa de proyecto durante años.
El primer prototipo “crudo” se presentó al público en 2019. Este es un dispositivo con 3 mil electrodos que, cuando se conecta directamente al cerebro, lee los neuropulsos y los escribe en un medio. Para 2020, el número de electrodos ha disminuido a 1.024. Pero el chip todavía solo se ha probado en animales. La distribución incluyó ratas, monos y cerdos.
A pesar del avance obvio, no vale la pena esperar la aparición de una tecnología funcional en un futuro próximo. La compañía ni siquiera comenzó a calcular el costo de un chip prototipo para las personas, y qué podemos decir sobre la implementación práctica del proyecto.
Musk sabe cómo “calentar” adecuadamente a la audiencia. El hombre dijo que su implante “inteligente” dará una segunda vida a las personas con trastornos cerebrales. El chip podrá restaurar la memoria, la visión, la audición, el olfato e incluso la movilidad. Pero aún no se sabe cuándo llegará exactamente este brillante futuro y, por ejemplo, ahora las neurointerfaces se utilizan ampliamente solo en la industria del entretenimiento.
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