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Los pacientes paralizados podrían aprender a caminar de nuevo con el implante espinal ‘e-Dura’

Durante décadas, una de las curas más estudiadas y escurridizas en la ciencia médica ha sido la biotecnología que permitiría a los humanos volver a caminar después de un trauma en la médula espinal. Otros dispositivos protésicos han avanzado enormemente en los últimos 50 años, gracias a la integración de motores miniaturizados, materiales de la era espacial y fabricación de vanguardia, mientras que la reparación de daños en el sistema nervioso ha avanzado a un ritmo comparativo. Ahora, un grupo de investigadores ha demostrado un nuevo dispositivo que permite que las ratas paralizadas vuelvan a caminar, y esperan que pueda hacer lo mismo con los humanos.

Para comprender la importancia de este nuevo dispositivo, denominado e-Dura, debemos hablar un poco sobre el problema subyacente. Cuando una neurona del sistema nervioso central se daña, las células de soporte de la neurona (glía) se mueven hacia adentro. Los astrocitos, un tipo de células gliales, acumulan tejido cicatricial alrededor de la región dañada para protegerla de daños mayores. Los oligodendrocitos, otro tipo de glía, impiden que los axones se encuentren en el camino, evitando que se adhieran a la región dañada del SNC. Esta formación combinada es lo que se conoce como cicatriz glial.

Las células gliales tienen efectos positivos: reparan la integridad del sistema nervioso central y estimulan la restauración del flujo sanguíneo y el apoyo metabólico al tejido nervioso restante. Desafortunadamente, un efecto secundario de esta priorización es que obstaculizan el intento del sistema nervioso de repararse a sí mismo.

Una de las complicaciones que ha impedido que las clases anteriores de implantes sean eficaces a largo plazo es que estas mismas células gliales aparecen poco después de que se insertan los implantes en los pacientes. Los dispositivos pueden funcionar a corto plazo, pero a largo plazo el cuerpo toma medidas para aislar los implantes y evitar que funcionen. La hipótesis de los fabricantes de e-Dura fue que fue la rigidez de los implantes lo que causó el daño neural lo que llevó a la formación de células gliales.

Para entender esto, piense en un yeso de fibra de vidrio. La razón por la que los médicos colocan un delineador entre el yeso y la piel es porque, sin uno, lo frotarán en carne viva en cuestión de días mientras su piel se flexiona alrededor del yeso. No creemos que el tejido nervioso sea elástico, pero tiene que ser capaz de expandirse y contraerse: se sabe que los astronautas regresan de misiones espaciales casi una pulgada más altos que cuando se fueron, y no regresan como parapléjicos confinados a sillas de ruedas. Estar de pie, sentarse y caminar producen movimientos diminutos en la columna vertebral, y el diseño del e-Dura está construido para permitir que el dispositivo se mueva sin causar abrasión.

Hasta ahora, la técnica parece haber funcionado, al menos en ratas. Si eso es cierto, podría ser un gran paso hacia los dispositivos implantables para tratar el daño espinal. Hasta la fecha, la mayoría de los implantes se han centrado en demostrar que las señales nerviosas aún se pueden conducir a las piernas, lo que demuestra que si se restablece la conexión, las señales se pueden recibir nuevamente. Este era un conocimiento crítico, particularmente en los parapléjicos o tetrapléjicos a largo plazo que no habían caminado en años, pero no apuntaba automáticamente a una solución a largo plazo para el problema. Edura2

El programa e-Dura no es la única investigación que aborda la difícil tarea de crear una interfaz sintética a largo plazo entre dos mitades de una columna vertebral parcial o completamente cortada, pero podría ser una de las más importantes. Resolver el problema de la formación de células gliales en torno a los implantes simplificaría enormemente muchos otros proyectos que se centran en encontrar el mejor método para transmitir información y devolver la función a áreas críticas.

Incluso un éxito parcial sería revolucionario. Los parapléjicos que no pudieron volver a caminar podrían recuperar el control de los intestinos / vejiga o la función sexual, o la capacidad de hacer ejercicio y ejercer más control sobre su vida cotidiana. El e-Dura se encuentra solo en la fase de prueba en ratas en este momento, lo que significa que las pruebas en humanos aún son un tiempo indeterminado en el futuro, pero esta tecnología realmente podría importar a las personas que han perdido la función debajo de la cintura o el cuello.