El 24 de septiembre, el gobierno del Reino Unido presentó una aplicación de rastreo de contactos COVID-19 que se suponía que debía advertir a las personas si habían estado en contacto con alguien contagioso. Más de 19 millones de personas en Inglaterra y Gales descargaron y utilizaron la aplicación.
Sin embargo, resultó que la aplicación no pudo señalar a las personas que habían estado en contacto con personas infectadas. Es posible que miles de personas no hayan recibido ninguna notificación porque alguien olvidó ajustar la sensibilidad de la aplicación.
El gobierno, a través de su Departamento de Salud y Asistencia Social, ha admitido el error. Admitieron haber administrado mal el software que causó este error sistemático. Durante más de un mes, los usuarios marcados con una “puntuación de riesgo” alta no fueron contactados porque la sensibilidad de la aplicación no se ajustó correctamente. El Departamento de Salud y Asistencia Social tardó un tiempo en descubrir por qué se advirtió a un número “sorprendentemente bajo” de usuarios de la aplicación desde el lanzamiento de la aplicación.
La causa del error fue la decisión de incluir una nueva función en la aplicación para medir la “infecciosidad” de COVID-19. Durante el período de prueba, la aplicación se basó solo en una métrica simple: recomendar el aislamiento a cualquier persona que haya estado en contacto con alguien potencialmente infectado. El requisito mínimo para activar una advertencia era estar en contacto con una persona potencialmente infectada durante quince minutos o más, a una distancia inferior a dos metros, en un solo día.
Luego, poco antes de lanzar la aplicación al público, hicieron un ajuste final, que solo tuvo en cuenta cuándo comenzaron los síntomas de la persona infectada.
Como resultado, la aplicación solo notificaba a los usuarios cuando habían pasado más de quince minutos cerca de alguien muy contagioso o cuarenta minutos cerca de alguien presintomático.
El error salió a la superficie cuando los desarrolladores intentaron actualizar la aplicación para que fuera más precisa con exposiciones superiores a un metro.
La aplicación utiliza tecnología Bluetooth de baja energía desarrollada en un esfuerzo conjunto de Apple y Google. Compartieron la tecnología con gobiernos y organizaciones de salud para crear aplicaciones y herramientas de rastreo de contactos que pueden ayudar a prevenir la propagación de COVID-19. La tecnología incorpora software que tiene en cuenta la seguridad y privacidad del usuario.
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