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Golpe en la lista negra a la empresa china que presentó a los uigures: pospuso su oferta pública

SenseTime, una empresa de inteligencia artificial con sede en China que sirve a la administración de Beijing etiquetando a los turcos uigures con un programa de reconocimiento facial, anunció que pospuso su oferta pública de 767 millones de dólares en Hong Kong después de haber sido incluida en la lista negra de Estados Unidos. La empresa, que estaba en la lista negra por violaciones a los derechos humanos, perdió millones de dólares. El Tesoro de los EE. UU. ha anunciado que los programas de reconocimiento facial de SenseTime están diseñados en parte para usarse contra los uigures y otras minorías musulmanas en Xinjiang.

RECONOCIMIENTO FACIAL EXPERIENCIA DE LA EMPRESA PREOCUPACIÓN DE INVERSIÓN

La inclusión de SenseTime en la lista negra de EE. UU. eclipsó los planes de salida a bolsa de la empresa. SenseTime anunció en un comunicado que tomó tal medida para proteger los intereses de los inversores potenciales. Además, la empresa de inteligencia artificial afirmó que devolverá el dinero a quienes hayan invertido previamente.

Los portavoces del gobierno en Washington describen a SenseTime como parte de los proyectos militares e industriales de China. En consecuencia, SenseTime ha desarrollado y comenzado a vender un software de reconocimiento facial que puede identificar el origen étnico de las personas, incluso si se parecen a los uigures.

LA EMPRESA AL SERVICIO DE CHINA REACCIONA

Los grupos de derechos humanos y muchos investigadores del gobierno han encontrado evidencia de las diversas actividades de China en los campos, incluidas las detenciones masivas, los trabajos forzados, el lavado de cerebro político, la tortura y la esterilización forzada. Washington lo calificó de genocidio.

Fundada en 2014 por el académico Tang Xiao’ou de la Universidad China de Hong Kong, la empresa se ha convertido en unos pocos años en una de las empresas más valiosas de China.

Inicialmente, China negó la existencia de campos de concentración en el este de Turkestán y luego afirmó que estos campos eran centros de entrenamiento destinados a reducir el extremismo islámico. Sin embargo, resultó que el gobierno de Beijing está utilizando un software de reconocimiento facial para rastrear a los musulmanes.

Según los informes de la ONU y de muchas organizaciones de derechos humanos, casi 4 millones de turcos uigures se mantienen en campos de concentración, campos de trabajo o se les obliga a trabajar como “trabajadores esclavos” en muchas zonas industriales del país.