No es ningún secreto que Facebook se ha convertido en una entidad despiadada en la que la información de sus usuarios es el producto que se vende a sus clientes publicitarios. Ahora, ha quedado claro que la plataforma no está satisfecha con su información de usuario actual y quiere comenzar a apuntar a los niños a continuación.
A principios de esta semana, The Wall Street Journal agregó a sus mordaces archivos de Facebook un informe sobre cómo la compañía apunta a los niños. El informe analiza varios documentos internos de la empresa que se refieren a los niños más pequeños, de entre 10 y 12 años, como una “audiencia valiosa pero sin explotar”.
Sabemos que Facebook gana dinero recolectando nuestra información para poder vender publicidad mejor dirigida. Dado que es ilegal a nivel federal recopilar información de usuarios menores de 13 años, la compañía no necesariamente está perdiendo ingresos directamente.
Sin embargo, la plataforma necesita una forma de lograr que las personas se unan tan pronto como tengan la edad suficiente para monetizar. En otras palabras, Facebook busca constantemente formas de atraer a los niños más pequeños, con la esperanza de que se unan a Facebook e Instagram tan pronto como tengan la edad suficiente para ser monetizados.
A lo largo de los años, Facebook ha desarrollado un equipo para estudiar a los niños y descubrir cómo se pueden monetizar. Esto ha llevado a ideas como un Instagram diseñado específicamente para niños. Esa idea finalmente quedó en suspenso la semana pasada después de que fuera destrozada tanto por los usuarios de las redes sociales como por los grupos de defensa.
Sin duda, Facebook continuará su investigación sobre cómo monetizar a los niños lo antes posible, especialmente porque pierde popularidad entre los más jóvenes debido a aplicaciones más nuevas como TikTok y Snapchat.
Los peligros para los niños en las redes sociales ciertamente se han vuelto evidentes, pero ¿realmente esperamos que a Zuckerberg y Facebook les importe? La plataforma se ha estado aprovechando de sus usuarios durante más de una década, y ha quedado bastante claro que la moral no juega ningún papel en el plan de negocios de Facebook.
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