¿No sería fantástico si su hogar u oficina pudiera monitorear patógenos como COVID-19 de la misma manera que monitorea el humo y el monóxido de carbono? Esa es la pregunta que Poppy planeaba responder antes de la pandemia, y ahora el negocio está prosperando.
Crearon una pequeña caja blanca del tamaño de una alarma de humo que recolecta los gérmenes que flotan en nuestro aire interior. Esas muestras se analizan para detectar patógenos comunes y los resultados se envían a los administradores del edificio a través de un panel de Internet. Genial, ¿verdad?
¿El único inconveniente en este momento? El sistema de Poppy no puede realizar pruebas continuas en el dispositivo para detectar COVID-19 u otros patógenos. El sistema está configurado para tomar muestras del aire con una bandeja de recolección alimentada por electricidad estática, que el administrador del edificio debe enviar a un laboratorio todos los días para su análisis.
El objetivo es tener esta parte automatizada y en el dispositivo, y Poppy dice que están a un año de ese objetivo.
Quizás se pregunte cómo Poppy está tan segura de que su sistema funciona. Quiero decir, la ventilación es diferente en cada edificio, y algunos definitivamente no están diseñados para que el aire circule correctamente. Bueno, esa es la parte realmente inteligente.
Utilizan “códigos de barras de ADN” creados en laboratorio en el aire desde varios lugares durante el proceso de configuración. Saben si han colocado las cajas detectoras correctamente si esos códigos de barras de ADN aparecen en el sistema de prueba. Es como haber bombeado virus simulados a través del sistema HVAC.
¿La otra ventaja de esta prueba de ciencia ficción? Crea un mapa del flujo de aire interior, que podría identificar cualquier área estancada; al mismo tiempo que confirma cualquier estimación de cuánto tiempo se tarda en ciclar el aire. Eso es importante para que cualquier administrador de edificios recupere la confianza del público, especialmente en lugares con mucho tráfico, como centros comerciales o cines.
¿El otro bono? Le permite saber si sus esfuerzos actuales de mitigación de patógenos están funcionando.
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