Cuando se supo la noticia de que todos deben obtener licencias de producción cinematográfica de la Corporación Nacional de Desarrollo Cinematográfico de Malasia (FINAS) a pesar de que el contenido que filmaron está destinado solo para las redes sociales, provocó un gran revuelo en todo el país. También ha llevado una vez más a FINAS a uno de los temas de tendencia en Twitter para Malasia incluso en el momento en que publicamos este artículo.
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No es sorprendente que el Ministro de Comunicaciones y Multimedia, Saifuddin Abdullah, haya publicado una declaración de seguimiento para abordar el comentario que hizo en el Parlamento esta mañana. Esencialmente, afirmó que algunos de los informes sobre su comentario no eran precisos.
El ministro Saifuddin explicó además que la respuesta que le dio al diputado Wong Shu Qi fue simplemente una explicación de la Ley FINAS de 1981 que ha sido utilizada por el gobierno hasta hoy. En el mismo comunicado, también dijo que el Ministerio de Comunicaciones y Multimedia (KKMM) ha reconocido que la Ley FINAS de 1981 necesita ser mejorada dado que se estableció en un momento donde las redes sociales no existen.
El ministro también insistió en que el gobierno no tiene intención de utilizar la Ley FINAS para suprimir la libertad personal dentro del espacio de las redes sociales. Como comentario final, el Ministro Saifuddin declaró que KKMM agradeció cualquier sugerencia para mejorar no solo la Ley FINAS sino otras leyes que están bajo su responsabilidad.
La definición obsoleta de “película” dentro de la Ley FINAS fue algo que hemos señalado en nuestro informe anterior. Dado que el ministro Saifuddin y sus colegas del KKMM han reconocido ese hecho, aquí viene la pregunta de seguimiento: ¿qué va a pasar a continuación?
Si KKMM va a implementar algunas enmiendas a la Ley FINAS o cualquier ley dada bajo su ámbito, esperamos que el ministerio pueda compartir su borrador abiertamente y permitir que el público proporcione sus comentarios al respecto. Esto es para que el público no sea tomado por sorpresa por implementaciones repentinas de algunas regulaciones absurdas.
