Oh, esta era digital.
Un miembro del grupo Google Project Zero ingresaría al salón de honor de los hackers en 2020. El hecho es que el entusiasta logró piratear el iPhone de forma remota, y todo lo que necesitaban era un adaptador Wi-Fi y una Raspberry Pi.
Bueno, otra inversión en forma de cien dólares. El hacker logró piratear 26 iPhones a la vez y en un momento. Lo hizo a través de un canal de transmisión. Aún más irónico, los propios iPhones no necesitan tener acceso directo a la red para hacer esto.
Al usar Wi-Fi, un pirata informático puede obtener todos los datos de un usuario de teléfono inteligente, desde fotos hasta correspondencia con amigos y familiares. Afortunadamente, Apple reaccionó rápidamente, por lo que la vulnerabilidad se cerró con bastante rapidez.
Entonces, ¿cómo se puede pasar por delante de los establecimientos con Wi-Fi gratuito, si potencialmente cualquier red puede “filtrar” sus datos a cualquier persona, en cualquier momento? La pregunta es retórica.
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