Con la pandemia de coronavirus arrasando en la nación, el gobierno está trabajando en nuevas soluciones para rastrear y controlar la propagación. Una idea que se está planteando es usar datos de ubicación de teléfonos celulares para rastrear el brote, y la Casa Blanca ya está hablando con empresas de tecnología para lograrlo.
The Washington Post informa que los expertos de Google, Facebook y otras grandes empresas de tecnología están en conversaciones con el gobierno para utilizar datos de ubicación anónimos para que los servicios de salud puedan rastrear el brote y ajustar los esfuerzos en consecuencia. Todavía se encuentra en etapas muy tempranas, y el comité del proyecto está programado para presentar recomendaciones al gobierno en los próximos días.
Es una idea que tiene sentido, aunque choca contra las libertades civiles, por lo que deberán tener cuidado de que los datos anonimizados no se utilicen indebidamente. China tenía una aplicación el mes pasado que permitía a las personas verificar si estaban en contacto con alguien que se sabía que estaba infectado, pero aparentemente esos datos también se enviaban directamente a la policía. ¡Ay!
Israel está utilizando de manera similar datos de teléfonos celulares para rastrear a los ciudadanos, con un tesoro previamente secreto de datos de ubicación que se usaba con fines antiterroristas. Con mucho en juego, ¿es la privacidad la compensación por la salud? ¿Cómo sabemos que los datos no se utilizarán incorrectamente una vez que se haya abierto la puerta para utilizarlos?
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