80 metros de altura, 40 de ancho y un brillo que permite que sea visto desde más de 2,2 kilómetros de distancia. Este es el Galaxy S7 edge más grande del mundo: una gigantesca cartelera publicitaria compuesta por muchas pantallas LED, que ocupa toda la fachada de un edificio, mostrando a los aproximadamente 800.000 viajeros que transitan cada día por las calles vecinas todas las características más interesantes de la gama alta de Samsung.
La ubicación elegida no es de hecho aleatoria: estamos en Sokol, un distrito de Moscú, que conecta la ciudad con el aeropuerto internacional de Sheremetyevo y que, por lo tanto, como se puede imaginar, es denso con tráfico todos los días.
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Imposible, sin embargo, incluso para el viajero más acostumbrado, no detenerse y mirar algo tan impresionante, tanto que Samsung no se lo pensó dos veces en hacer un bonito video evocador que muestre a todos lo grande que es. La valla publicitaria, por supuesto.
