Cuando tienes un teléfono inteligente con una pantalla grande como la del Galaxy Note, la tentación de usarlo para jugar con él se vuelve aún más fuerte, quizás incluso renunciando al (posible) inconveniente de los controles táctiles gracias a un controlador más práctico. O al menos eso es lo que haría un jugador casual.
Los verdaderos entusiastas, por otro lado, no podrán abstenerse de intentar emular al autor del video a continuación (si logras ir más allá de su timbre vocal no exactamente emocionante), que al explotar un gamepad para PS3, un Galaxy Note, y algún relé adecuadamente revestido para no dañar el phablet, ha creado la fusión perfecta de teléfono y consola de juegos portátil, a pesar del Xperia Play de Sony.
Casi.
