La tecnología de conducción ósea poco a poco ha ido encontrando su lugar en el mercado. Los auriculares son donde más se utiliza la tecnología de conducción ósea.
El sonido viaja a través del aire como una onda de presión. Los sonidos que escuchamos de diferentes maneras son en realidad un cambio en la potencia y frecuencia del sonido. Cuando la onda de sonido golpea nuestro tímpano, causa vibración y la cóclea (cóclea del oído) hace que estas vibraciones sean significativas y las envía al cerebro y se produce la audición.
Los auriculares clásicos con cable o inalámbricos de hoy en día funcionan según el principio que describimos anteriormente. Los diminutos parlantes dentro de los auriculares producen ondas de sonido y la audición se lleva a cabo de acuerdo con el principio que acabamos de describir. De hecho, todos los altavoces producen ondas sonoras de esta forma.
Los audífonos de conducción ósea, que se basan en el sector militar y de la salud, en realidad envían el sonido directamente al oído interno haciendo vibrar los huesos de la mejilla o la mandíbula superior. Estos tipos de auriculares no necesitan el tímpano para producir sonido, lo que puede ser ideal para personas con problemas auditivos. También podrá escuchar lo que sucede a su alrededor ya que no lo usa en su oído.
Los auriculares de conducción ósea tienen dificultades para producir un sonido real por diseño, pero la calidad del sonido puede no ser siempre la característica más importante de un auricular. Puede que no sea del todo correcto decir que su voz es mala. Porque no estamos acostumbrados a escuchar otros sonidos con conducción ósea que no sean los nuestros.
