Además de la escasez de algunas piezas, Apple tendrá que afrontar otro gran problema, el de los cortes de energía que actualmente azotan a China. De hecho, los subcontratistas tienen dificultades para mantener tasas de producción normales, el gobierno cortó voluntariamente la electricidad para frenar el dramático aumento de los costos del carbón y el gas natural. Ambos son ampliamente utilizados en el país para la generación de energía, tanto para uso doméstico como industrial.
A esto se suma el fuerte descontento de Beijing con la incapacidad de las administraciones regionales para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones. Por tanto, cuando el nivel de contaminación supera un umbral definido, también se interrumpe la producción de electricidad.. Al parecer, este fenómeno ha sido cada vez más regular desde mediados de septiembre (con una interrupción de una semana). En esta situación, los proveedores de Apple (y otras grandes empresas como Amazon) están tratando de organizarse, pero tales recortes representan una seria amenaza para la continuidad de la cadena de suministro.
Este tipo de problema solo confirma las opciones de Apple de encontrar socios distintos de China y reubicar ciertos sitios de producción (TSMC, Foxconn o Winstron) a otros países del sudeste asiático, como Tailandia o Vietnam, o incluso India.
